Con el objetivo de mejorar la movilidad, el desarrollo urbano y la calidad de vida de los habitantes de Bogotá a través de la toma de decisiones basadas en datos y evidencia científica, la Universidad de los Andes, en cabeza de su Facultad de Ingeniería, y Probogotá lanzaron el Laboratorio Urbano Bogotá Región; un centro de estudio e investigación que aplicará nuevas tecnologías y herramientas digitales para anticipar soluciones en torno a estas temáticas.
El primer gran proyecto que se desarrollará dentro del laboratorio será “Bogotá se prepara para el Metro”, con el que se generarán iniciativas que permitan maximizar las oportunidades de la construcción de la Primera Línea del Metro de la ciudad, potenciando su inversión a través de la transformación de los territorios, el desarrollo integral de las zonas por donde atravesará y su integración con los diferentes modos de transporte que harán parte de sistema.
Se tiene contemplado un segundo proyecto denominado “Seguimiento a obras de infraestructura”, que busca construir un gemelo digital que permita evaluar los avances e impactos de estas obras facilitando la comunicación y colaboración efectiva entre los diversos actores, garantizar la transparencia en la toma de decisiones y promover la inclusión en el proceso de planificación y gestión urbana.
El lanzamiento del Laboratorio contó con la participación de destacadas personalidades como María Carolina Castillo, presidenta de Probogotá; Rubby Casallas, decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes; Juan Pablo Bocarejo, director del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de Los Andes; Olga Lucía Sarmiento, directora de investigaciones de la Facultad de Medicina de Los Andes; Miguel Silva Moyano, secretario de Planeación de Bogotá, y Edwin Chiriví, gerente de Camacol Bogotá, entre otros.
Durante el evento, Juan Pablo Bocarejo, líder del proyecto desde la Universidad de los Andes, explicó que gracias al uso de las tecnologías 4.0, el Laboratorio creará modelos y escenarios que pondrán en prospectiva las decisiones que se tomen y las que no se tomen frente a los diferentes problemas que tiene la ciudad. “Necesitamos contar con una herramienta que les permita a todos los actores involucrados tomar decisiones y hacer inversiones más inteligentes que impacten y mejoren la calidad de vida de los ciudadanos”, añadió.
Bocarejo agregó que los resultados obtenidos en el Laboratorio se presentarán al Distrito de Bogotá y a los municipios de la región para aportar e incidir en la toma de decisiones.
Por su parte, María Carolina Castillo señaló que para responder sobre dónde se ubicarán las nuevas familias que tendrá la ciudad para 2032, cómo se movilizará y cómo se interconectará, hay que acudir a herramientas tecnológicas como la analítica de datos e inteligencia artificial para ofrecer soluciones innovadoras.
“Para el año 2032 se espera que haya 5 millones de hogares en Bogotá y la región, 1.1 millones más de los que tenemos hoy. Esa es la conversación que queremos tener a través del Laboratorio Urbano. Creemos que iniciativas como estas nos permitirán usar la ciencia para aplicar soluciones tecnológicas que brinden una mejor calidad de vida para los habitantes de esta ciudad y su región”, sostuvo.
De acuerdo con Miguel Silva Moyano, este nuevo laboratorio podrá trabajar de manera conjunta los demás laboratorios del Distrito, generando nuevos conocimientos para el beneficio de la ciudadanía.
“Nosotros tenemos la información y las universidades tienen a los investigadores, en ese match podemos encontrar soluciones mucho más integrales, entender por ejemplo la relación que existe entre la movilidad y la salud pública o entre un buen espacio público y la seguridad. Así que muchas interrelaciones entre las dinámicas de la ciudad se pueden tejer de una mejor manera a partir del uso adecuado y el aprovechamiento de la información”, añadió.
En este sentido, Olga Lucía Sarmiento señaló la importancia de evaluar, gracias a los datos, todas estas interrelaciones al iniciar estos grandes proyectos urbanos, pues se convierten en determinantes sociales y afectan a la resiliencia, a la sostenibilidad y a la salud de las ciudades y sus habitantes.
“Un ejemplo de esto, es lo hicimos desde la Universidad de los Andes en el TransMicable que, aunque es a una escala mucho más pequeña, podría replicarse en el Metro de Bogotá. Primero evaluamos varios indicadores que son determinantes sociales de la salud. Encontramos que hay una disminución en los tiempos de traslado. También hay una reducción en los contaminantes que inhalamos y percibimos un incremento en la calidad de vida de la población de Ciudad Bolívar”, señaló.
Para Rubby Casallas, desde la Universidad de los Andes y sus facultades de Ingeniería, Medicinal y Arquitectura y Diseño convocarán a todos los actores involucrados para crear las sinergias de carácter interdisciplinar que se requieran para sacar adelante este proyecto y desarrollar las herramientas tecnológicas multidimensionales que ayuden a entender las problemáticas de la ciudad, a proponer las posibles soluciones y a tomar decisiones inteligentes que mejoren la vida de sus ciudadanos.
“Nos enorgullece ser parte de este proyecto en el que vamos a participar de manera muy activa, constructiva y colaborativa y en el que desde la Facultad de Ingeniería ya estamos trabajando en el desarrollo de estas herramientas de analítica, de inteligencia artificial, no para que nos reemplacen sino para que nos ayuden, nos apoyen y que sean unos asistentes de inteligencia aumentada para la toma de decisiones. Es parte de nuestra contribución a este laboratorio en el que esperamos cooperar, aprender y aportar a las grandes soluciones que necesita esta ciudad”, concluyó.