Entre el 16 y el 20 de junio, la Facultad de Ingeniería se llenó de momentos que nos invitaron a hacer una pausa, respirar profundo y reconectar con nosotros mismos y con los demás.
Durante cinco días, más de 250 profesores y administrativos participaron en la Semana de Bienestar 2025, un espacio pensado para cuidar la salud física, mental y emocional de nuestra comunidad.
Fueron más de 20 actividades diseñadas para mover el cuerpo, relajar la mente y despertar la curiosidad. Las sesiones de yoga, rumba y cardio box se convirtieron en un oasis para liberar tensiones y recargar energía con alegría y movimiento.
Por otro lado, las experiencias sensoriales como las catas de vino y café, y los talleres de exploración científica del helado, el queso, el pan y la coctelería molecular, fueron de las más disfrutadas y comentadas: una mezcla perfecta entre saber, sabor y diversión.
Todo esto fue posible gracias al compromiso del equipo organizador conformado por colaboradores de la Decanatura, los departamentos de la Facultad, Gestión Humana y Desarrollo Organizacional, Seguridad y Salud en el Trabajo, el Centro Médico y Deportivo, y aliados como Colsubsidio y Summar, quienes hicieron posible esta experiencia para el alma y el cuerpo.
“Queremos propiciar espacios organizados con actividades que ayuden a mejorar el bienestar de nuestra comunidad. La participación y el aporte de cada uno es lo que nos permitirá ir mejorando”, expresó Rubby Casallas, decana de la Facultad de Ingeniería.
La Semana del Bienestar 2025 nos dejó recuerdos imborrables: risas, aprendizajes, nuevas amistades y la certeza de que vale la pena cuidar de nosotros mismos y de quienes nos rodean. Aquí algunos testimonios que lo confirman:
“Gracias a todos los organizadores por su dedicación y esfuerzo. Fue una semana muy linda, llena de aprendizajes, de nuevos amig@s, de risas, disfrute y gratitud por los buenos momentos”, Liliana Cárdenas, coordinadora de Educación Continua.
“Yo hice el curso para aprender a hacer pan, todo muy bien, manos en la masa y el horno a toda marcha. Nos dijeron que fuéramos al día siguiente a recoger el pan... pero al parecer alguien se nos adelantó y ‘adoptó’ los nuestros. Eso sí, el que horneamos en clase quedó delicioso”, gestora administrativa y financiera del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental.
“El curso de velas es una experiencia mágica, te desconecta de la tecnología. Creamos unas velas muy bonitas con esencias”, Yomara Rincón, coordinadora de Planeación de la Decanatura.
Autora: María Angélica Huérfano