Por segundo año consecutivo, el Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación de la Universidad de los Andes, junto con sus maestrías en Ingeniería de Software (MISO) y en Arquitectura de Tecnologías de Información (MATI), y en alianza con las compañías Pragma y Amazon Web Services (AWS), organizaron el Latam Architecture Day, el encuentro de arquitectura de software más relevante de Latinoamérica.
El evento, que tuvo lugar el pasado 24 de julio en el auditorio Mario Laserna de la Universidad de los Andes, reunió a referentes internacionales como Len Bass, uno de los referentes mundiales en la transformación del diseño de la arquitectura de software; Eoin Woods, experto en arquitectura de software sostenible y seguridad; Javier Cristancho, líder de arquitectura en AWS NOLA, embajador de innovación en Amazon y cofundador de Serverless Latam y Magali Pinto, gerente de Arquitectura de Soluciones para AWS en Perú.
Se sumaron a estos, Gregorio Patiño, cofundador de Pragma y experto en negocios, innovación y transformación digital; Nicolás Archila, líder de arquitectura en Pragma y AWS ambassador; Diana Tejada, arquitecta empresarial en Bancolombia; Jorge Villalobos, profesor y director de la Maestría en Arquitecturas de Tecnologías de Información y Darío Correal, profesor y director de la Maestría en Ingeniería de Software de la Universidad de los Andes.
Todos coincidieron en una visión: la arquitectura de software es clave para impulsar la transformación tecnológica, generar valor desde el diseño y enfrentar los desafíos del presente y el futuro digital.
Durante la apertura del evento, Rubby Casallas, decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes, hizo una reflexión sobre los desafíos que impone la inteligencia artificial generativa.
Destacó la urgencia de que las universidades transformen sus métodos de enseñanza para preparar profesionales capaces de adaptarse a un mundo laboral cambiante, preguntándose ¿cuáles son las habilidades que se deben fomentar desde la universidad? “O ¿será que ya no es necesarios aprender a escribir porque ChatGPT lo hace mejor? ¿Será que ya no hay necesidad de aprender a programar porque Cursor lo hace mejor? Estamos convencidos de que sí debemos desarrollar este tipo de habilidades, porque los estudiantes están desarrollando su capacidad para procesar información, de construir esquemas mentales que los hará capaces de resolver problemas complejos”, sostuvo la decana.
También subrayó la importancia de fomentar habilidades humanas como el pensamiento crítico y creatividad, que la IA difícilmente no podrá reemplazarse.
La decana señaló que desde la Facultad de Ingeniería se está trabajando en un proyecto de ´inteligencia aumentada´ que busca potenciar las capacidades humanas mediante el uso ético, seguro y responsable de la IA generativa en educación.
“Queremos combinar lo mejor de los dos mundos, la capacidad predictiva y generativa de la IA con la creatividad, la discusión y el juicio crítico humano. Nuestro principal objetivo es transformar los procesos de enseñanza, aprendizaje e investigación para lograr un entorno educativo más dinámico y personalizado”, agregó.
Dijo además que esta iniciativa ya ha involucrado a profesores y estudiantes en el desarrollo de herramientas educativas, asistentes inteligentes y métodos de evaluación innovadores. “Con esto, se espera transformar la enseñanza y el aprendizaje, siempre recordando que, pese a los avances tecnológicos, el ser humano sigue siendo el centro y el responsable de construir el futuro. Somos optimistas por el mundo laboral del futuro. Formamos profesionales distintos para un mundo en constante cambio”, enfatizó.
Por su parte, Len Bass destacó la necesidad de diseñar arquitecturas capaces de integrar sistemas tradicionales con componentes de IA que operan con incertidumbre. Subrayó que estos sistemas no se comportan de forma determinista, por lo que requieren monitoreo constante en producción y una arquitectura flexible y preparada para el cambio. También hizo énfasis en integrar prácticas sólidas de ingeniería de software desde el inicio, considerando desde el principio al modelo, la infraestructura y la validación como partes de un mismo sistema.
Asimismo, advirtió que la ingeniería de sistemas de IA debe abordar aspectos éticos y de gobernanza: precisión, explicabilidad y control social son tan importantes como el rendimiento técnico. Los sistemas deben ser confiables, auditables y alineados con valores humanos. Para Bass, atributos como la resiliencia, la capacidad de evolución y la observabilidad deben ser adaptados al contexto de la IA para lograr sistemas sostenibles y útiles.
Eoin Woods, por su parte, propuso una arquitectura continua, viva y evolutiva. Enfatizó que esta no es una fase del desarrollo, sino una práctica permanente, que requiere decisiones conscientes, colaboración entre equipos y documentación ágil pero significativa. Para él, lo más valioso de una arquitectura son las decisiones que se toman y el razonamiento detrás de ellas, lo que permite adaptarse con flexibilidad a entornos cambiantes.
Woods también resaltó la importancia de combinar planificación con experimentación. Abogó por decisiones reversibles y por el rol del arquitecto como facilitador, no como figura jerárquica. Una arquitectura eficaz —dijo— surge de la colaboración y se construye con prácticas como la automatización del despliegue, la retroalimentación desde producción y la validación constante, todo orientado a la entrega de valor.
Gregorio Patiño, cofundador de Pragma, habló de cómo medir una buena arquitectura de software explicando conceptos como: la arquitectura monolítica y la de microservicios, enfoques válidos para resolver problemas de negocio mediante tecnología. “Cada una tiene ventajas y desventajas que deben analizarse según el contexto y las características del negocio. Mientras que la arquitectura monolítica se basa en un sistema sólido y altamente acoplado, los microservicios promueven el desacoplamiento, la flexibilidad y una mayor facilidad de mantenimiento, permitiendo adaptar las soluciones de forma más ágil a las necesidades cambiantes”, añadió.
Patiño también destacó el valor de las fitness functions o funciones de adecuación como una herramienta clave en la evaluación continua de la arquitectura. Estas permiten medir si las soluciones tecnológicas cumplen con los atributos de calidad definidos y con los objetivos estratégicos del negocio. Al incorporar este tipo de métricas, se puede garantizar que las decisiones técnicas mantengan su alineación con el propósito empresarial, contribuyendo a construir sistemas sostenibles, adaptables y realmente útiles.
Finalmente, el experto enfatizó que una arquitectura exitosa no se mide únicamente por su capacidad técnica o escalabilidad, sino por el valor real que entrega a los usuarios. De nada sirve una solución capaz de procesar millones de transacciones si estas no resuelven un problema concreto del cliente. Por eso, lo más importante es asegurar que cada decisión técnica y cada métrica de calidad estén orientadas a mejorar la experiencia del usuario y a solucionar necesidades reales desde la tecnología.
Una de las conclusiones más potentes de Jorge Villalobos durante el Latam Architecture Day fue la importancia de la hiperautomatización como un enfoque tecnológico clave para el futuro de las organizaciones. Este concepto busca que las tareas ejecutadas tradicionalmente por personas —aquellas orquestadas por procedimientos y procesos conectados directamente con el negocio— sean automatizadas de forma inteligente. El objetivo es construir empresas más ligeras, eficientes, pequeñas y con menores costos operativos. Pero para lograrlo, se requiere una base sólida de organización, el uso de nuevas tecnologías y la incorporación de inteligencia artificial. La arquitectura, entonces, no solo debe acompañar esta transformación, sino liderarla, asegurando que la tecnología impulse verdaderamente el valor del negocio.
El futuro
Para cerrar el evento, Nicolás Archila destacó el crecimiento de la comunidad de arquitectura de software en Colombia, considerando que hoy el país cuenta con referentes como Jorge Villalobos y una comunidad activa que suma más de 850 miembros. Esta red comparte conocimiento a través de charlas mensuales y busca impulsar una arquitectura sólida, colaborativa y transformadora en toda Latinoamérica.
Autora: María Angélica Huérfamo