María Alejandra Wilches, quien cursa su segundo año de doctorado en Ingeniería en Los Andes, fue seleccionada como becaria de la organización benéfica Margaret McNamara, que concede becas de educación a mujeres excepcionales de países en vías de desarrollo. Como parte del reconocimiento recibirá USD 7.000 para financiar parcialmente su investigación de doctorado.
Ingeniera industrial y magíster en ingeniería industrial con énfasis en investigación de operaciones de la Universidad de los Andes, María Alejandra trabajó en el grupo de investigación de epidemiología -EpiAndes- de la Facultad de Medicina, en donde logró un acercamiento en profundidad a la salud pública y las transformaciones urbanas. Un año y medio después de esta experiencia regresó a la Facultad de Ingeniería a hacer su doctorado, en el cual trabaja en el desarrollo de una metodología que permita medir el impacto que tienen las transformaciones del transporte público en la salud de las personas.
“Recibir esta beca ha sido muy grato, pues usualmente se las dan a mujeres que investigan en ciencias sociales o medicina. Creo que esta es la primera vez que una ingeniera latinoamericana gana este reconocimiento” sostiene. En su concepto, este logro demuestra que al investigar es posible hacer que lo social y la matemática converjan con fluidez, por lo que espera que este hito motive a otras investigadoras a trabajar en este tipo de iniciativas.
Asesorada por Olga Sarmiento, profesora titular de la Facultad de Medicina; y Andrés Medaglia y Felipe Montes, profesores del Departamento de Ingeniería Industrial; la investigadora analiza específicamente dos transformaciones del transporte en Bogotá: el Transmicable de Ciudad Bolívar y las ciclorutas temporales que se han establecido a lo largo de la capital durante la pandemia. Su objetivo es lograr que la metodología desarrollada integre datos de diferente naturaleza, pero también información como la experiencia de los usuarios del servicio, o las dinámicas de los actores involucrados. Con esto, busca diseñar una herramienta que facilite la toma de decisiones respecto a cómo modificar el transporte para mejorar la salud de las personas.
Según comenta, “que trabajos como este sean reconocidos por una beca como la de la organización Margaret McNamara evidencia que la investigación está cambiando. La Universidad de los Andes ha interiorizado esa tendencia y nos ha alentado a hacer investigación multidisciplinar, propiciando que las facultades se unan para abordar los problemas de la sociedad desde miradas diferentes pero complementarias; y la unión entre Medicina e Ingeniería tiene un gran potencial”.
Por décadas, la beca Margaret McNamara ha apoyado a más de 460 mujeres en cerca de 80 países que buscan mejorar la vida de niños y mujeres en sus territorios. Uno de los objetivos de este reconocimiento es apoyar a estudiantes que, a través de su trabajo reducen las brechas de género. “Otra ventaja de aplicar a esta beca es precisamente que confían en las iniciativas de las mujeres que participan. Esto me ha traído muchos aprendizajes, porque si bien existen barreras difíciles de penetrar, siempre es posible encontrar personas que nos impulsen, y eso es lo valioso de los profesores de Los Andes, que están dispuestos a acompañar a sus estudiantes en la búsqueda y ejecución de sus sueños”.