Dorys Bolívar, auxiliar administrativa del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación, cumple, en 2021, 24 años al servicio de la Universidad de los Andes.
Su historia en Los Andes inicia el 1 de marzo de 1997 cuando ingresó al Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación como auxiliar administrativa en los laboratorios. Su primer jefe fue Darío Correal -actual profesor asociado y subdirector académico-, quien se desempeñaba como director de los laboratorios del Departamento en esos años, y a quien dos décadas después de conocer le guarda un cariño muy especial.
Con el tiempo se convirtió en la mejor amiga de los estudiantes. Su personalidad desenfadada combinada con sus estudios de psicología social comunitaria hizo que muchos estudiantes le confiaran sus vidas amorosas y problemas familiares y vieran en Dorys la persona ideal para desahogarse y recibir consejos. “Recuerdo mucho que hasta los papás de muchos estudiantes me enviaban regalos porque habían escuchado a sus hijos hablando de mí”, menciona entre risas.
En 2007, con la inauguración del Edificio Mario Laserna, el profesor Jorge Villalobos -entonces director del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación- le ofreció un ascenso, y desde ese momento apoya las tareas administrativas de los profesores, coordinadores académicos y demás personal administrativo.
Tiene recuerdos de muchos egresados que fueron especiales con ella durante su paso por la Universidad. Uno de ellos es Miguel Yáñez -que se encuentra trabajando en Twitter- quien casi todos los días durante su pregrado le llevaba desayuno o Cristina González quien se convirtió en su guía turística durante unas vacaciones en Miami. En esa larga lista de egresados que han significado mucho para Dorys se encuentran Daniel Mahecha, Carlos Ochoa, Viviana Castro, entre otros.
Además de Darío Correal y Jorge Villalobos, otros de los jefes que ha tenido en el Departamento han sido Harold Castro, Germán Bravo y Yezid Donoso -actual director-. “Todos mis jefes han sido muy especiales conmigo”, menciona. Dorys también ha trabajado para Rubby Casallas -actual decana de la Facultad de Ingeniería- cuando ella se encontraba como profesora titular en el Departamento. “Cuando recibí la noticia de su nombramiento creo que fui una de las personas que más rápido la felicitó. Fui la mujer más feliz porque la doctora Rubby merecía ser decana”, afirma. Sus compañeros administrativos también han sido un apoyo importante durante todos estos años de trabajo. Entre ellos se encuentran: Soraya Ricaurte, Olga Vega, Yomara Rincón, Carlos Rozo, Jenny Niño, Lizbeth Rodríguez y su amiga del alma, Martha Santamaría.
Como a muchos colombianos que les ha tocado padecer los horrores del COVID-19, a Dorys la enfermedad la tomó por sorpresa en julio de 2020. Un dolor de cabeza intenso fue el primer síntoma de otros que fueron apareciendo en el transcurrir de los días como fiebre, dificultad para respirar, tos seca y pérdida del sentido del gusto. Dorys cree que se contagió cuando salía a trotar en las mañanas con su amiga Martha Santamaría -secretaria de la Decanatura de Ingeniería- y quien también se contagió de la enfermedad. “Sentí mucho miedo porque la dificultad para respirar cada día era mayor, por lo que mis familiares decidieron llevarme a urgencias. En la clínica estuve varias horas en observación, realizándome exámenes médicos, al lado de personas contagiadas en peores condiciones, pero afortunadamente los médicos me enviaron a casa a recuperarme y no fue necesario que me ingresaran a una UCI”. Dorys puede decir, con toda tranquilidad y alivio, que es sobreviviente de la enfermedad que transformó la vida de las personas.
Dorys tiene un hijo. Fabián Rodríguez Bolívar tiene 27 años, vive en Canadá con su esposa e hijo, trabaja en Amazon y tiene el sueño de llevar a su mamá a conocer India. En sus tiempos libres, a Dorys le encanta bailar. Asiste a clases en una academia cerca a su casa y tres noches por semana practica samba, salsa y merengue.
“Lo más bonito de trabajar en el Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación es sentir cómo los demás se preocupan por ti y te guardan tanto cariño. Esta situación mundial que ha generado la pandemia me lo ha confirmado. A pesar de la distancia, no me he sentido sola. Muchos profesores y compañeros administrativos me llaman y están pendientes de mí. He sido muy feliz trabajando en Los Andes”, afirma Dorys.
La Facultad de Ingeniería quiere agradecerle a Dorys Bolívar su compromiso y lealtad con el que le ha servido a esta institución por más de dos décadas.