• Home / Paula Porras, la ingeniera de la paz
  • Paula Porras, la ingeniera de la paz

    • Paula Porras
29/04/2025

Cuando Paula Porras tuvo que tomar la decisión de qué estudiar no tenía claro que camino seguir. Desde pequeña le habían llamado la atención muchas cosas: la arquitectura, la ingeniería de sistemas, el diseño. Fue en ese torbellino de dudas donde conoció la ingeniería industrial, y algo dentro de ella hizo clic. 

Así que inició su carrera en la Universidad de los Andes en 2007 y luego encontró en la Administración de Empresas el mejor complemento para potenciar esta ciencia aplicada. Hoy, al mirar atrás, sabe que esa elección fue el punto de partida de un propósito de vida. 

La Universidad de los Andes no solo le dio a Paula una formación académica rigurosa, también fue el lugar donde aprendió a pensar diferente, a cuestionar, a liderar. Allí descubrió que la ingeniería podía ser una herramienta para transformar realidades sociales y que el conocimiento debía estar al servicio de los demás. Más allá de las clases, fueron los debates, los proyectos y las personas las que sembraron en ella la convicción de que podía —y debía— tener un impacto positivo en el mundo. 

Y lo hizo. Hoy Paula es directora del Programa de Juventud, Paz y Seguridad del Instituto Estadounidense para la Paz, un cargo en el que trabaja incansablemente por empoderar a jóvenes mediadores que construyen paz en sus comunidades, muchas veces sin reconocimiento ni apoyo. En un contexto político desafiante, ha aprendido a moverse con firmeza y convicción, luchando por sostener espacios que promueven la reconciliación y la esperanza. Para ella, estos jóvenes son héroes anónimos que merecen ser vistos, escuchados y respaldados. 

Pero su trabajo no termina ahí. También es cofundadora de la plataforma tecnológica Disruptia, que conecta a talento joven con empresa para ocupar sus vacantes, cerrando brechas de conocimiento gracias a la Inteligencia Artificial y es presidenta de la junta directiva de la Asociación Somos CaPAZes, iniciativa que ya va a cumplir dos décadas dedicadas a formar a niños y a jóvenes en temas de paz y resolución de conflictos, lugar en el que inició toda esta historia cuando en últimos semestre de universidad empezó a trabajar como voluntaria.  

Disruptia nace por una necesidad descubierta por Somos CaPAZes y es la falta de oportunidades de empleo que tienen los jóvenes que viven en condiciones de vulnerabilidad y que debido a esto pueden caer en redes de delincuencia.  

“Con Disruptia empezamos con un modelo híbrido con el cual ofrecíamos a las empresas una especie de chat bots para entrenar a sus trabajadores en diferentes habilidades, pero al mismo tiempo estábamos revisando el tema de empleabilidad, de cómo hacíamos match entre las empresas y los jóvenes que tienen estas barreras sistémicas”, sostuvo Paula.  

Ahora su sueño es que estas ideas no solo crezcan en Latinoamérica, sino que lleguen a otros rincones del mundo. Y ya está en camino: uno de sus retos actuales es llevar a Disruptia a Estados Unidos y seguir multiplicando Somos CaPAZes como herramienta de paz con nuevas metodologías educativas y adaptadas a las diferentes comunidades.  

De hecho, la plataforma de educaciónenpaz.org de Somos CaPAZes recibió el reconocimiento por parte del Departamento de Estado de los Estados Unidos como uno de los emprendimientos que estaban haciendo mayores cambios en Latinoamérica.  

Pero el camino no ha sido fácil. Ha tenido que lidiar con momentos de incertidumbre, con decisiones políticas que ponen en riesgo sus proyectos, con la presión de liderar en escenarios complejos. Pero nunca ha perdido el norte. “Hay que seguir, hasta el final”, dice con la misma firmeza con la que un día se sentó en su primera clase en Los Andes sin saber que ese sería el primer paso de una vida al servicio de los otros.  

Una de las experiencias que más la han marcado en este recorrido fue cuando, trabajando con el Instituto de Paz como entrenadora en estos temas, acompañó la formación de policías en la frontera de Kenia que se enfrentan al grupo extremista musulmán Al-Shabaab, asentada en Somalia.  

“En este caso, los policías utilizaban técnicas muy agresivas con la población de Kenia y este es uno de los lugares en el mundo donde más se violan derechos humanos por parte de la fuerza pública, entonces nosotros llegamos con un programa para entrenarlos en cómo construir una policía basada en la comunidad, cómo utilizar el diálogo, cómo construir confianza, formarlos en temas de género, con el pasar del tiempo el cambio de estas personas fue increíble”, contó nuestra egresada.  

Pero también vio morir a gente cercana, personas a quien formaba y a las que estimaba mucho que fueron víctimas de minas antipersonas. “Este camino de construcción de paz es muy complejo y tiene un peaje mental muy duro, pero pues vale totalmente la pena”, añadió.  

Luego, ya en 2021 y como directora del Programa de Juventud, Paz y Seguridad, que atiende a más de 500 becarios en más de 43 países alrededor del mundo, uno de los momentos más cruciales fue cuando acompañó, desde la distancia, pues en ese instante se encontraba en Nuquí, Chocó, en Colombia, el proceso de migración de varias personas que huían del conflicto en Afganistán. 

Ella y otros compañeros lograron conseguir un avión para evacuarlos, pero antes tuvieron que ayudarlos a trasladar desde regiones apartadas hasta la capital del país, pues era el único aeropuerto disponible. Paula ayudó a rastrear, guiar, traducir y por fin conseguir que salieran del país. “Fueron días muy complejos, no dormimos durante dos semanas. Esto ha sido de lo más retante que he tenido que hacer en toda mi carrera”, sostuvo.  

Hoy, muchas de esas personas están reconstruyendo sus vidas, estudiando, trabajando, soñando de nuevo. Ella fue un puente. Una luz. 

Paula no lo dice con grandilocuencia. Habla con humildad, con la emoción contenida de quien ha visto de cerca el sufrimiento, pero también la resiliencia. Y si algo aprendió en Los Andes fue que el liderazgo no se trata de figurar, sino de servir. Fue allí donde comenzó a entender la importancia de construir redes, de pensar a largo plazo, de sostener causas incluso cuando el camino se pone difícil. 

Ahora, mientras se prepara para nuevos retos, Paula mantiene los pies en la tierra y la mirada en el horizonte. Sueña con seguir escalando sus proyectos, con abrir espacios de diálogo en medio del ruido global, con inspirar a más jóvenes a usar su voz para construir un mundo más justo y pacífico. Cada paso que da está marcado por una convicción que no se improvisa: la de alguien que eligió no ser espectadora, sino protagonista del cambio. 

Esta historia parece de película, pero es real. Es la historia de una mujer que se atrevió a dudar, a explorar, a fallar y a empezar de nuevo. Una mujer que encontró en la Universidad de los Andes no solo una formación académica, sino un hogar intelectual y humano donde germinaron sus ideas, sus causas y sus sueños. 

Hoy, Paula Porras, la única ingeniera de su equipo, es ejemplo de que los grandes cambios empiezan en el aula, cuando se siembra una inquietud, se escucha una historia o se hace una pregunta distinta. Su vida es testimonio de lo que puede pasar cuando la educación se vive con pasión, compromiso y sentido social. Y su historia, sin duda, seguirá inspirando a muchas generaciones más. 

Noticias Recientes

  • Selva, el emprendimiento estudiantil biomédico que deja huella internacional
    Andrea Gómez y Laura Beltrán, ingenieras biomédicas y biólogas egresadas de la Universidad de los Andes, lideran Selva...
  • GeoPark nombra a Felipe Bayón como su nuevo CEO
    El ingeniero mecánico uniandino, Felipe Bayón, fue nombrado como nuevo Chief Executive Officer y miembro del Directorio...
  • Paula Porras, la ingeniera de la paz
    Cuando Paula Porras tuvo que tomar la decisión de qué estudiar no tenía claro que camino seguir. Desde pequeña le...
  • Ambiente, peor indicador de habitabilidad en Bogotá
    ¿Qué tan chévere es vivir en Bogotá? Un equipo de investigadores de las facultades de Ingeniería y Medicina de la...
  • Investigadores uniandinos y de la Universidad El Bosque pioneros en mejorar interpretación y conocimiento de la Lengua de Señas Colombiana
    En Colombia, cerca de 500 mil personas son sordas y la lengua de señas no solo es su forma de comunicarse, si no...
  • ACOFI, unidos por la ingeniería de calidad
    El pasado cuatro de abril, la Universidad de los Andes fue la anfitriona de la reunión mensual de la Red de Decanas y...
  • El ingeniero uniandino que lidera la revolución solar
    Juan Manuel España, ingeniero eléctrico de la Universidad de los Andes, está revolucionando la energía renovable en...
  • El poder de la innovación y la equidad en la transición energética
    Con un llamado a fortalecer la seguridad energética del país, revisar los marcos regulatorios, fomentar la inversión y...
  • Mujeres en ciencia y tecnología: creando el futuro juntas
    "Las mujeres y las niñas tenemos mucho que aportar. Contamos con valores y habilidades en las que sobresalimos, y si...
  • Hidrógeno en movimiento: el futuro sostenible de Colombia
    El pasado 27 de febrero, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes fue anfitriona del evento Circuito H2...
  • Juan Francisco Correal, referente mundial en diseño estructural
    Juan Francisco Correal, profesor titular del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de los...
  • La Ingeniería de Los Andes entre las mejores del mundo
    La reconocida firma Quacquarelli Symonds (QS), especializada en la publicación anual de clasificaciones universitarias...