Por primera vez en el mundo un hombre parapléjico vuelve a caminar con naturalidad gracias a un dispositivo que conecta su médula y su cerebro y que fue desarrollado por un equipo de neurocientíficos y neuroingenieros del centro NeuroRestore, en Suiza, del cual hacen parte dos uniandinos.
Se trata de Andrea Gálvez, ingeniera biomédica, y Sergio Hernández, físico e ingeniero de sistemas y computación, quienes actualmente residen en Suiza y han apoyado el desarrollo del innovador dispositivo que utiliza implantes cerebrales y algoritmos de inteligencia artificial para reconectar la comunicación entre el cerebro y la médula espinal, restaurando así la movilidad perdida.
Gálvez fue una de las neuroingenieras que desarrolló la parte mecánica y del software que permitieron que el resultado fuera exitoso.
Por su parte, Hernández ha trabajado en las imágenes requeridas para adaptar la tecnología a la morfología de los pacientes.
Pero ¿cuál es la gran novedad de esta investigación?
Gálvez señala “cuando uno piensa en caminar, nuestro cerebro envía señales a través de la médula espinal y esta transmite la información a los nervios y a los músculos. Estos datos hacen que los músculos se contraigan y se produzca una activación secuencial, que es la que permite empezar a dar pasos, sin embargo, cuando tienes una lesión completa, no hay comunicación entre el cerebro y las piernas”.
Así que, para lograr restablecer esta comunicación, los neurocientíficos trataron de construir un puente digital que conecta el cerebro con la médula espinal, mediante una interfaz cerebro-ordenador [BCI], que transforma el pensamiento en acción con algoritmos de Inteligencia Artificia
¿Cómo funciona?
De acuerdo con Gálvez el tratamiento consiste en dos implantes de electrodos, uno que va en la cabeza para registrar las señales cerebrales y codificar la voluntad de caminar y el otro en la médula espinal que transmite las señales a las piernas, lo que permite que el paciente pueda controlar la estimulación, y por lo tanto los movimientos, directamente a través de sus pensamientos.
“Esto significa que es capaz de dar pasos más largos o cortos, caminar sobre diferentes superficies e incluso subir escaleras, adaptándose a los entornos de la vida cotidiana. Es probable que la activación simultánea de las neuronas por encima y por debajo de la lesión, que permite la interfaz, junto con sesiones de rehabilitación específicas, favorezca la recuperación neurológica y mejore el cuadro clínico del paciente", añadió la ingeniera uniandina.
Aunque el dispositivo continúa en estudio y será necesario probarlo en más pacientes antes de que pueda aplicarse a gran escala. Sin embargo, su avance es un gran paso en este campo de la medicina y podría también utilizarse para restablecer las funciones del brazo y la mano, y aplicarse a otros problemas neurológicos.
Conoce más de la tecnología desarrollada por este equipo de científicos aquí.