Con el propósito de seguir uniendo esfuerzos para hacer frente a los retos que implica la transición a energías más limpias en Colombia y el mundo, representantes de la academia, la industria y el gobierno se reunieron en el 1er Congreso Energía y Transición Energética organizado por la Universidad de los Andes.
Durante el encuentro, que se llevó a cabo entre el 4 y 5 de mayo de 2023 en el auditorio Alberto Lleras Camargo de Los Andes, más de 25 expertos presentaron un panorama completo de la situación energética en Colombia, compartieron sus experiencias en la diversificación y adopción de tecnologías limpias y renovables, y sus perspectivas sobre cómo estas pueden ser escaladas para reducir la dependencia de combustibles fósiles y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
De acuerdo con Rubby Casallas, decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes, y encargada de abrir la discusión, Colombia tiene un enorme potencial para liderar la transición energética que está exigiendo el planeta ya que cuenta con interesantes recursos eólicos, fotovoltaicos, geotérmicos y de biomasa, este último estratégico para el desarrollo agrícola del país.
“Nos caracterizamos por ser uno de los países con mayor potencial competitivo en términos de producción de hidrógeno verde, un vector energético que presenta un sinnúmero de oportunidades en cuanto a sus aplicaciones y mercado”, señaló la decana. Sin embargo, aseguró que liderar esta transformación energética no solo implica ampliar y diversificar la fuentes renovables de energía, sino requiere un cambio de paradigma en donde la descentralización, la digitalización y la participación activa y responsable de los usuarios frente al cambio climático sean la clave.
Por su parte, Carlos Adrián Correa, director general de la Unidad de Planeación Minero Energética, UPME, quien también participó del encuentro, sostuvo que al tener una matriz energética tan dependiente de combustibles fósiles como el petróleo, es necesario apostarle a la masificación de las energías renovables para cumplir con las metas de descarbonización. “No debemos hacer esto porque creamos que vamos a ser los salvadores del mundo, pero eso no desestima la responsabilidad que tenemos, incluso a nivel internacional, más aún cuando no vamos por la senda de cumplimiento de reducción de emisiones”, sostuvo.
Por esta razón, de acuerdo con el directivo, hay un plan importante para ampliar la capacidad instalada del país para 2032, la nueva matriz de energía proyecta contar con 4 gigas de energía eólica y 16 gigas de energía solar. “Esto cambiaría significativamente el panorama de la capacidad instalada con esa penetración fuerte de renovables”, añadió.
Por parte de la academia, 4 expertos uniandinos aportaron un panorama técnico sobre el potencial y los retos que tendrá el país para los proyectos de energía hidráulica, solar, eólica y biomasa: participaron Luis Alejandro Camacho, profesor asociado del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental; Michael Bressan, profesor asistente del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica; Álvaro Enrique Pinilla Sepúlveda, profesor titular del Departamento de Ingeniería Mecánica y Rocío Sierra, profesora asociada del Departamento de Ingeniería Química y de Alimentos de la Universidad de los Andes.
Frente al recurso de la biomasa, la profesora Sierra señaló que la bioenergía es la actual protagonista mundial pues, además de la generación de calor, ataca el problema ambiental de los residuos. “La biomasa puede tener una gran oportunidad en lugares donde no hay sol ni viento, donde podría entrar en procesos de cogeneración o de co-combustión y podría reemplazar al carbón”, sostuvo.
En representación del sector privado, Daniele Edgar Girasoli, miembro de la Asociación Geotérmica Colombiana (AGEOCOL) y Alexandra Hernández Saravia, directora ejecutiva de la Asociación de Energía Renovables (SER), expusieron sus perspectivas sobre los retos en temas de geotermia y avances de los proyectos. Hernández, hizo un llamado para que el gobierno, las autoridades regionales, el sector privado y las comunidades trabajen de manera conjunta para lograr que los proyectos de energías renovables sean una realidad.
De acuerdo con la directiva, el sector espera invertir para 2023 y 2024 entre 2.500 y 3.400 millones de dólares en 80 proyectos, con una capacidad de generación adicional de 3.300 megavatios, lo que representaría un incremento del 19% en la capacidad actual del parque generador del país. De estos proyectos, 78 son solares y dos eólicos. Lo preocupante, de acuerdo con la directiva, es que el 65% de estos tienen trámites pendientes, por lo que se requiere que se agilice su puesta en marcha para que se cumplan las fechas programadas.
“Para esto necesitamos un trabajo mutuo de fortalecimiento institucional. Por eso, agradezco a la Universidad de los Andes estos espacios para poder hacer un llamado para que la academia también se vincule a estos esfuerzos y, de esta manera, todos apoyemos el desarrollo de estas energías”, señaló Hernández.
El congreso continuó con las intervenciones de Javier López, consultor digital para el hemisferio occidental de Schlumberger y Javier Eduardo Campillo, director general del Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para Zonas No Interconectadas - IPSE, quienes se refirieron a transformación digital y comunidades energéticas.
La jornada finalizó con un conversatorio sobre descentralización y tecnologías habilitantes, en el que participaron Juan Camilo Cerchiaro Daza, director ejecutivo para Latinoamérica de la empresa Enovate Upstream; Ramón Perdomo, profesional de SPE DUPTS, y por parte de Los Andes asistieron Guillermo Jiménez Estévez, director del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica; Nicanor Quijano Silva, profesor titular de mismo departamento, y Juan Fernando Pérez, profesional distinguido del Departamento de Ingeniería Industrial.
De acuerdo con el profesor Jiménez, el avance de tecnologías como el Internet de las Cosas, el Big Data y la Inteligencia Artificial permiten un monitoreo inteligente y generar datos que alimenten nuevos modelos tarifarios, detecten fallas u ofrezcan un portafolio más amplio de servicios a los usuarios. No obstante, el académico asegura que persisten los desafíos, especialmente en temas de regulación y mercados.
Los expertos coinciden en que otro desafío es la descentralización de estos nuevos modelos energéticos y la vinculación de las comunidades a estos proyectos desde el inicio para que conozcan sus beneficios, las apropien y les den continuidad en el largo plazo puesto que, en palabras del profesor Guillermo, “un despliegue tecnológico sin acompañamiento no funciona”.
La promesa energética del hidrógeno verde
Frente al tema del hidrógeno verde, la invitada Mónica Gasca, directora ejecutiva de Hidrógeno Colombia, señaló que esta tecnología y sus derivados será muy importante para las metas de descarbonización del planeta, ya que contribuirá con el 10% del cumplimiento de la meta de limitar el calentamiento global a entre 1.5 °C y 2°C.
“Por esta razón, es tan importante que empecemos a desarrollar tecnologías de hidrógeno que sean sostenibles. Este es un vector energético que puede reemplazar otros combustibles como la gasolina y puede ser estratégico en temas de transporte, especialmente para los de carga pesada y servicio público”, sostuvo la directiva.
Adicionalmente, de acuerdo con Gasca, Colombia tiene una enorme oportunidad para convertirse en un país exportador de este energético. De hecho, hoy se ubica como la cuarta nación en el mundo más competitiva en tema de precio y la segunda de Latinoamérica. Esto se hace aún más relevante teniendo en cuenta que, según datos entregados por la directiva, hoy el mundo demanda cerca de 90 millones de toneladas de hidrógeno, sin embargo, esta cifra subirá a 525 millones de toneladas para 2050.
“En la actualidad existe un despliegue significativo de proyectos a gran escala donde distintos países de Latinoamérica y el Caribe comienzan a tener una participación importante, entre ellos, Colombia, que cuenta con cinco pilotos en funcionamiento”, sostuvo.
De acuerdo con la directiva, dentro de las metas del sector para 2030 se estima tener una producción de hidrógeno verde de 1 a 3 gigavatios de capacidad de electrólisis y tener una planta de hidrógeno azul de 50 kilotoneladas.
“Por el lado de la demanda queremos tener 3.500 vehículos entre livianos y pesados y en la industria la meta es que el 40% del hidrógeno que se consuma debe ser sostenible. Para 2050 esperamos exportar 3.2 millones de toneladas al año y tener una demanda local de 1.852 kilotoneladas. Esto permitirá que el hidrógeno empiece a pesar casi el 10% de nuestra matriz energética”, añadió.
Como conclusión de la jornada, Rubby Casallas resaltó la oportunidad que representan estos encuentros con el fin de materializar proyectos, centros de investigación, articular a los actores, formar a magísteres y doctores en energía y la posibilidad de fortalecer el desarrollo tecnológico local, todo esto en pro de construir un sector de energía mejor para todos.
Reviva el Congreso Energía y Transición Energética:
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