*Foto: archivo particular
Si algo describe a nuestro personaje es, sin duda, su capacidad de adaptación. Diego Alejandro Escobar tiene apenas 23 años y en los últimos cinco dejó Santa Rosa de Cabal, Risaralda, donde vivió desde los ocho, para radicarse en Bogotá y luego viajar a Francia para quedarse indefinidamente allá. Se ha convertido en una especie de trotamundos en busca de cumplir su sueño de ser ingeniero.
Diego aprendió en el colegio que con las ciencias exactas se puede contribuir al desarrollo de las ciudades y comunidades, y que la ingeniería es una de las mejores herramientas para lograrlo. Esto lo cautivó, así que cuando tuvo que decidir qué estudiar la decisión no fue tan difícil de tomar.
Pero no todo estaba resuelto, Diego había escuchado que una de las mejores opciones para estudiar esta carrera era la Universidad de los Andes, sin embargo, en ese momento, era casi impensable hacerlo, él no vivía en Bogotá y tampoco podía pagar.
Sin embargo, Diego tuvo una oportunidad que no esperaba. Lo eligieron para acceder al programa Ser Pilo Paga, con el que ingresó a Los Andes y financió su pregrado en ingeniería civil. Así dejó Santa Rosa de Cabal y se instaló en Bogotá.
En sus primeros semestres, Diego encontró un especial interés por los temas de estructuras, sísmica y gerencia de proyectos de construcción, lo que a mitad de la carrera lo incentivó a buscar otras opciones de afianzar estos conocimientos; así apareció el programa de doble titulación internacional que ofrece la universidad y que les permite a los estudiantes de ingeniería obtener un diploma fuera del país, en alguna de las instituciones que tienen convenio con Los Andes.
Él escogió la École Centrale de Nantes, ubicada en Nantes, Francia, porque era la que ofrecía el mejor programa en ingeniería civil. Allí hizo cuatro semestres y obtuvo su título como ingeniero generalista.
“La doble titulación internacional te permite, en el último semestre, viajar al exterior para adelantar un programa académico de tu interés y obtener un título en ese país, que sumas al título que obtienes en Los Andes. Además, este diploma en el exterior equivale en Colombia a un magíster, haces un pregrado y una maestría en el exterior en 11 semestres. Es una excelente oportunidad académica, profesional y personal”, señaló Diego.
Y este trotamundos en Francia tampoco paró, durante su estadía académica hizo dos pasantías, una en París y la otra en Aix-en-Provence. Una experiencia retadora pues tuvo que cambiar de ciudad cada seis meses, pero que probó una vez más su capacidad de adaptación y su tesón por perseguir sus sueños.
Durante sus pasantías, Diego encontró interés por otros temas como gestión, liderazgo y Tecnologías de la Información, en las que tuvo la oportunidad de experimentar y apoyar dentro de diferentes proyectos. Todos estos aprendizajes le sirvieron a nuestro ingeniero para ubicarse profesionalmente en Wavestone, una consultora internacional de transformación digital con sede en Francia, lo que lo obligó a trasladarse indefinidamente a este país.
Han sido cinco años muy intensos en los que Diego siente que su mayor fortaleza ha sido su capacidad de adaptación y su interés permanente por aprender a aprender, lo que le ha permitido no temerles a los cambios y a experimentar siempre nuevas formas de hacer las cosas, algo que siente que está en el ADN de los ingenieros uniandinos.“En los Los Andes te incentivan a ser inquieto, autodidacta y a entusiasmarte por buscar siempre nuevo conocimiento”, agregó.
Tras su experiencia, Diego invita a los estudiantes a no desaprovechar este tipo de programas académicos como la doble titulación en el exterior, que son de fácil acceso y abren enormes oportunidades.